Como nuestra especialidad son los cables, y no os podéis ni imaginar la cantidad de tipos y clases que hay, no paramos de ampliar nuestro catálogo. En esta ocasión traemos cables para equipos obsoletos: Cables difíciles de conseguir o que, simplemente, ya no se fabrican. Así que, si no los conseguimos, ahora los fabricamos para nuestros clientes. Disponéis de un catálogo de cables retro en la tienda, o nos podéis contactar si necesitáis algo más especial, o no lo encontráis en el catálogo, o no os apetece buscar. Estaremos encantados de atenderos.
Es increíble la cantidad de fabricantes de equipos que se han creado a lo largo de la era de la informática y la comunicación. La mayoría de ellos usan conectores estándar, lo que hace relativamente fácil encontrar cables para su conexión. Otros usaron variaciones de estos conectores, por exigencias del diseño, necesidad de un conector que no existía, o por crear exclusividad de producto, entre otros. La verdad es que existen muchos ejemplos de conectores que alguna marca creó por necesidad, y se acabaron instaurando como estándares para uso en multitud de equipos y aplicaciones que llegan hasta la actualidad. Y lo contrario, existen muchos que se crearon que se usaron en muy contadas ocasiones, por lo que ahora son muy difíciles de encontrar, ya que no se fabrican o se hace de una manera muy limitada.
Sabemos que hoy en día la tecnología ha avanzado de tal manera que estos equipos del siglo XX han quedado totalmente obsoletos, y la mayoría de aplicaciones para los que estaban diseñados se pueden hacer mucho más rápido y con un simple móvil, o no generan el interés que tenían en su momento. También sabemos que hay multitud de personas interesadas en estos equipos, ya sea por coleccionismo, por afición, o por el sentimentalismo que generan. Creemos que deberían de ser una inspiración para milenials, generación Z y posteriores. El caso es que son un referente para entender como empezó todo lo que actualmente nos rodea, lo que hizo que nuestras vidas sean así de tecnológicas, y un ejemplo de que nunca podemos dar por definitivo la tecnología del presente, porque, hasta el día de hoy, parece que su avance no tenga fin.