Fué inventado a mediados de la década de los 90 por Apple, para suplir las carencias que el USB 1.1 demostraba como conector para aplicaciones de audio, vídeo y fotografía digital. Por esta razón fué rápidamente aceptado en los círculos profesionales dentro del sector audiovisual, y gracias a eso varias marcas lo incorporaron en sus equipos de gama más profesional como garantía de calidad y profesionalidad.
Actualmente Firewire es un conector en desuso, sustituido en Apple por el Thunderbolt y adelantado técnicamente por el USB 3.0 y sus variantes, pero gracias a su popularidad en la época muchos dispositivos lo continúan utilizando y con eficiencia superior a la de un USB 2.0.